La semana pasada hablamos de un tipo de cultivo especial (la judía) pero en realidad cada planta tiene su peculiaridad.

 

El marco de plantación será distintito en función de si la variedad es de porte aéreo erguido o rastrero, es  decir, si la mata tiende a subir  entutorada por una cuerda o una caña (como el tomate cherry), o por el contrario crece a lo ancho y en el suelo, ocupando una mayor superficie. 

 

Un ejemplo de  cultivo cuya parte área ocupa una gran superficie podría ser el calabacín pero también podemos encontrarnos grandes ocupaciones de terreno ya no por la parte área sino por la parte subterránea o radicular, como la patata o la remolacha. En uno y en otro caso debemos preverlo desde el mismo momento de hacer los lomos, dejando caballones achos para cultivos de altas necesidades territoriales y lomos más estrechos en el resto de cultivos.

 

Otra particularidad es que hay cultivos que no podemos poner juntos. Son malos vecinos de huerto la pata y el tomate, tampoco el pepino resulta ser buen “vecino”. Pero también tenemos el caso contrario,  la de cultivos que se “ayudan”, como la zanahoria y la cebolla, o las judías y los pepinos.

 

En internet hay multitud de artículos que detallan lo adecuado de determinadas asociaciones de  plantas. Nuestra recomendación, en todo caso es que planifiques tu huerto antes de empezar a hacer lomos, teniendo en cuenta el marco de plantación, la asociación de cultivo y las necesidades de riegos, si haces bien este paso luego tendrás mejores cosechas  con menos trabajo, pero tampoco te preocupes demasiado si no te sale a la primera, todo es cuestión de ir probando y aprender.